sábado, 13 de enero de 2024

CHINCHÓN EN TIEMPOS DE LA GUERRA CIVIL.

En varias ocasiones he publicado referencias sobre el pintor Sarralde y su estancia en Chinchón durante la Guerra Civil. En esta ocasión he encontrado un interesante artículo histórico sobre él, que publica la Revista Varía Historia, de la que son autoras Lidia BOCANEGRA BARBECHO, Yolanda GUASCH MARÍ y Chiara OLIVIERI de la del Departamento de Historia Contemporánea e Historia del Arte de la Universidad de Granada, titulado “El pintor “Pasajes” y su compromiso con el arte durante la República y el Franquismo”.

De este interesante y largo estudio, os transcribo el capítulo relacionado con su estancia en Chinchón.






“El 28 de mayo de 1917 nace José Luis Fernández Martínez en el Puerto de Pasai Antxo (Pasajes Ancho), provincia de Guipúzcoa, siendo sus padres José Fernández Grados y Feliciana Martínez Sarralde. A lo largo de su vida adoptaría una serie de nombres artísticos tales como Pintor Sarralde, durante la Guerra Civil española, o José Luis Fernández de “Pasajes” durante la posguerra para, finalmente, firmar como José Luis “Pasajes”, o simplemente “Pasajes”, hacia el final de su etapa artística.

Cuando inició la Guerra Civil española, en julio de 1936, José Luis apenas contaba con 19 años de edad y se encontraba en Madrid finalizando sus estudios de pintura. Cabe destacar que los padres de José Luis, especialmente su padre, eran liberales inculcando en sus cinco hijos un espíritu de libre pensamiento y de libertad religiosa. Con el triunfo del Gobierno de la República en 1931, toda la familia ya se había inclinado por este régimen político, aunque no se afiliaron a ningún partido. Estas convicciones políticas de la familia, junto con las propias del joven artista, hicieron que José Luis se ofreciera como voluntario a favor de la causa republicana nada más estallar la contienda.

Los jóvenes reclutados por el Gobierno republicano eran asignados por edad, oficio y aptitudes a diferentes actividades relacionadas con el conflicto armado; de esta manera, José Luis fue destinado a la Sección de Cultura del Comisariado General de Guerra del III Cuerpo de Ejército de la República Española. El III Cuerpo de Ejército fue creado el 4 de marzo de 1937 y pertenecía al Ejército del Centro. Esta unidad militar organizó un sistema cultural adaptado a la estructura del ejército y que comprendía una Sección de Cultura de Cuerpo de Ejército, Secciones divisionarias de cultura y Hogares del Combatiente, cuyos trabajos giraron en torno a la lucha contra el analfabetismo, al intercambio cultural, la organización de bibliotecas y la creación de escuelas, entre otros, trabajando codo con codo con las Milicias de la Cultura. Así pues, en Chinchón, a 40 km de Madrid, se instaló la Sección de Cultura en donde se encontraba el taller de pintura donde José Luis realizó diferentes trabajos artísticos, desde retratos hasta carteles políticos y de propaganda de guerra. Muchas de estas pinturas fueron destinadas a diversas localidades y frentes a cargo del III Cuerpo de Ejército; así como también otros trabajos que tenían como destino final la ciudad de Madrid.

Los pintores que trabajaban en la Sección de Cultura establecida en Chinchón tenían, a su vez, disciplina y rango militar; eran oficiales que dependían directamente del Comisario General. Durante el conflicto armado José Luis obtuvo el grado militar de Alférez y utilizó el pseudónimo artístico de Sarralde, el cual era el segundo apellido de su madre. Cuando era cuestionado acerca de no haber participado directamente en los frentes de batalla, durante y después de la guerra civil, él siempre decía que su arma era el pincel, y su escudo la paleta. Sostenía, además, que en la guerra se combatía con las ideas expresadas a través del arte, utilizando, muchas de las veces, la frase atribuida a Vladimir Lenin acerca de que las ideas son más letales que los cañones.

El Comisariado General del III Cuerpo de Ejército con sede en Chinchón tenía a su cargo, entre otras, la Sección de Cultura y la de Propaganda, íntimamente relacionadas como consecuencia de los trabajos artísticos que en ambas se realizaban. De esta manera, la Sección de Cultura se ubicó en una casona del pueblo, instalándose en el patio de dicha casa el taller de pintura. Cerca de ese lugar se encontraba la Sección de Propaganda, donde el pintor “Pasajes” también realizó diversas actividades.

Según la memoria familiar de José Luis, el comisario político envío a Madrid algunos de los retratos de los diferentes líderes republicanos españoles y de otros líderes internacionales que se habían realizado en el taller de pintura a su cargo. Se encomendó a la Sección de Cultura de Chinchón la realización de tres retratos emblemáticos, de gran formato. Estos se tuvieron que pintar en secciones, con la finalidad de poderlos transportar a la capital. El primero de los retratos correspondía a la efigie de Manuel Azaña, presidente de la República Española; el segundo fue el rostro del General Lázaro Cárdenas, presidente de México; y el tercero de José Stalin, máximo dirigente de la Unión Soviética. Tanto Cárdenas como Stalin representaban los líderes internacionales que en su momento más habían apoyado a la República Española. Tal y como se constata en los archivos fotográficos del Partido Comunista,18 José Luis retrató a Lenin y a Francisco Antón Sanz (secretario del Comité Provincial de Madrid del Partido Comunista); mientras que Lázaro Cárdenas fue retratado por un compañero suyo. Cabe destacar que las fotografías de la Sede de Cultura fueron tomadas por el fotoperiodista Walter Reuter, quien también se exilió en México y en donde conoció y entabló amistad, años más tarde, con el pintor José Luis. Una vez fallecido, su hija realizó una exposición de esas y otras fotografías de Reuter en México.

Cuando, a mediados del mes de noviembre de 1938, llegaron a Chinchón las noticias de que el Ejército Republicano había sido derrotado por las tropas franquistas en la Batalla del Ebro, y ante la también inminente caída de Madrid, la Sección de Cultura y, en general, el Comisariado de Guerra de III Cuerpo de Ejército fueron desmantelados. El comisario político, apellidado Ortega, le había ofrecido a José Luis, y posiblemente también al resto de artistas, un salvoconducto para abandonar Chinchón y dirigirse por la todavía zona republicana a la ciudad de Valencia, con la finalidad de emprender la huida. 

La situación era difícil, las opciones que barajaba José Luis en ese momento fueron la de dirigirse hacia Valencia o al puerto de Alicante, para luego seguir para Francia u otro lugar fuera de España por vía marítima.

Hacia finales del mes de marzo de 1939, la población civil de Chinchón se percató de la existencia de cierto nerviosismo en los mandos del Estado Mayor y de las Comandancias ubicadas en el pueblo. El día 28 del mismo mes, la población se echa a la calle secundada por algunos milicianos adictos, organizándose una manifestación que terminó en el Ayuntamiento en donde fue colocada una bandera bicolor, bandera que había sido confeccionada y bordada en la clandestinidad por algunas mujeres del pueblo (MEDINA PINTADO, 2008, p. 192). Entre febrero y marzo de 1939 se sucedieron en Chinchón dos alcaldes: Vidal Roldán y Rafael Díaz; el 29 de marzo de 1939, a escasos días de terminar la guerra, finalmente arribaron a Chinchón las tropas españolas del ejército franquista y en el transcurso de las siguientes semanas ocurrieron más detenciones, entre las cuales estuvieron las de otros integrantes del Comisariado General de Guerra, miembros del Partido Comunista, del Comité del Frente Popular y líderes sindicales. Tal y como comenta la historia local, Chinchón pasó de ser republicano a ser franquista sin dar un sólo disparo, incluso antes del primero de abril tenía corporación municipal constituida, cuyo presidente fue Enrique Recas Catalán (MEDINA PINTADO, 2008, p. 193).

José Luis también fue detenido y enviado a un campo de internamiento en Guipúzcoa en donde realizó trabajos forzados en la zona de Peñas de Aya. En ese lugar operaron los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores barrenando el terreno y realizando otros tipos de trabajos (MENDIOLA GONZALO; BEAUMONT ESANDI, 2006, p. 23). Posiblemente se encontraba enrolado José Luis en uno de esos batallones por el espacio de un año y medio hasta que, a finales del año 1940, fue liberado. Regresó a la vida civil y posteriormente a la vida artística que tenía antes de la guerra; pero con una marca indeleble que dicho conflicto armado le había dejado a él y al resto de su familia, para siempre.”



lunes, 8 de enero de 2024

“FUEGO” OTRA PUBLICACIÓN EDITADA EN CHINCHÓN




Ya hemos hablado en varias ocasiones de las distintas publicaciones que se han editado en Chinchón, desde la Revista Vida a las cuatro etapas de la Revista Fuentearriba. Hoy he conocido que en Chinchón se publicó un boletín semanal durante la Guerra Civil.

En Chinchón estuvo la Sección de Cultura del Comisariado General de Guerra  del tercer Cuerpo del Ejército Republicano. De aquí salía toda la propaganda. Aquí se pintaban los carteles y aquí también se editó un boletín semanal de propaganda bajo el título de “Fuego”.

Del 1 de Mayo de 1937 al 18 de junio de 1938 se publicaron un total de 47 boletines con una periodicidad semanal. Tenían 4 u 8 páginas, con textos e ilustraciones en blanco y negro y algunas portadas en color. Las ilustraciones eran fotografías y dibujos de los pintores que estuvieron en Chinchón trabajando en el departamento de propaganda, como los pintores Sarralde, Hoyos y  V. Martin, y textos de Roger de Flor, seudónimo del poeta Jesús Menchén Manzanares, quien al estallar la Guerra Civil se enroló voluntario en el ejército republicano. Publicó el libro Hogueras de paz(Ciudad Real, 1936). Las muchas octavillas y versos de guerra que redactó entonces motivaron una denuncia el 1 de mayo de 1939 que acabó con él en prisión y fue fusilado en las tapias del cementerio de Ciudad Real.







Aunque la temática de los boletines era de propaganda y noticias sobre la guerra, también recoge algunos datos sobre Chinchón, como la inauguración del Hogar del Combatiente de Chinchón, que tuvo lugar el día 1 de mayo de 1937, con la presencia de las autoridades locales y de importantes representantes del tercer cuerpo del ejército y la actuación de la Banda de música.

También recoge un artículo firmado por el Teniente Jesús Moya Lizcano, Director de la Banda de Música del III Cuerpo del ejército, que ilustra con su retrato firmado por el pintor Sarralde.

Toda esta información que se encuentra en la Hemerotecas Municipal Memoria de Madrid, la he conseguido a través de mi amigo mexicano Juan Fernández Corro, hijo del pintor Sarralde.

lunes, 18 de diciembre de 2023

COSAS QUE PASAN

EPISODIOS NACIONALES.


Desde hace cincuenta años (los mismos que del atentado a Carrero Blanco) voy a la Peluquería Riaño; y ya se sabe que las peluquerías suelen ofrecer una buena panorámica de la vida social.

El caso es que ayer en la Peluquería pude vivir una buena muestra de la crispación que impera en nuestra sociedad.

Tenía hora para las 11,30 pero me adelanté unos minutos. Estaban las dos sillones ocupados y otro señor esperaba mirando la television, esperando que llegase su turno. 

El peluquero se disculpó de no tener ningún periódico, como era costumbre, argumentando que solía tener El Mundo y El País, pero que un cliente, hace unos días, le recriminó que tuviese este ultimo, y lo tiró violentamente al suelo, alegando que era un panfleto despreciable.

En la tele había un documental en la 2, y nos dijo que no podía arriesgarse a poner la 6ª o Telemadrid, porque había recibido quejas en distinto sentido, según estuviera uno u otro canal, con amenazas de no volver a la peluquería si se sintonizaba esas emisoras.

Inevitablemente la conversación se centró en la situación política nacional.

El señor que estaba en el sillón de la izquierda, que aparentaba ser ya octogenario, dijo muy convencido que la culpa de todo la tenían los 179 “hijos de puta” que había votado al Perro Sánchez. 

“Me parece que se ha pasado usted más de un pueblo”. Le espetó el que ocupaba el sillón de la derecha, que posiblemente tuviera algunos años menos.

- “Un poco de respeto, que esos señores me representan a mí”

- “Pero a mi, no”, contestó el de la izquierda. ( Se entiende que hablamos del sillón, no de su posición política )

- “Por favor...” terció el peluquero. 

Afortunadamente nadie replicó y todo pareció quedarse calmado.

En ese momento, se abrió bruscamente la puerta y un hombre mayor, que debía frisar más de sesenta, se asomó y en voz alta, gritó:

- ¡¡Que te vote Txapote!!

Nadie dijo conocerle y todos nos quedamos sin saber que decir.

Ya nadie se atrevió a comentar nada. El del sillón de la derecha terminó primero y poco después se marchó también el de la izquierda. 

Nos sentamos los dos que esperábamos y me pareció oír al que se sentó a mi derecha: 

- “¿Habéis visto la bandera que han puesto en la rotonda a la entrada del Barrio? Voy a tener que marcharme a vivir a otro sitio... ¡aquí no hay más que fechas..!” (Después reconoció que lo de “Que te vote Txapote” iba por él)


Nota: Cualquier parecido con la realidad no es coincidencia; es la realidad misma. La tolerancia, el respeto y la educación, son valores que empiezan a escasear en nuestra vida cotidiana. 


Si don Benito Pérez Galdos, viviese ahora, seguro que habría añadido a sus episodios nacionales anécdotas como las que viví el otro día en la Peluquería Riaño, donde, hace ya cincuenta años, voy a cortarme el pelo.

jueves, 14 de diciembre de 2023

¿EN QUÉ HA QUEDADO LA NAVIDAD?

¿EN QUÉ HA QUEDADO LA NAVIDAD?


Por si alguno no lo recuerda, en la Navidad se celebra el nacimiento que ocurrió hace  unos dos mil y pico años, en un establo de Belen, en el que se refugió una pareja judía, que andaban de viaje, y a la mujer le llegó la hora de dar a luz y no encontraron un mejor lugar para el parto.

Ahora, a poco más de 73 kilómetros de allí, están muriendo miles de personas, mucho de ellos niños, y no parece que a nadie le importe demasiado seguir hablando de celebrar la navidad mientras está ocurriendo esta masacre.

También en estas fechas parece que se nos ha olvidado lo que sigue ocurriendo en Ucrania, donde Putin no parece dispuesto a terminar con la invasion

Pero sin ir tan lejos, más cerca de nosotros, en el mismísimo Madrid, nuestros ilustres representantes políticos, están enzarzados en una batalla dialéctica, bastante soez, que chirría con el espíritu navideño que quieren significar las Luces, los árboles y los adornos que han aparecido en nuestras calles y plazas. 

Resulta que esta parafernalia artificial que ha crecido en nuestros pueblos y ciudades es lo único que nos hace recordar que ha llegado la Navidad, aunque el verdadero espíritu de amor al prójimo, de solidaridad y de hermandad entre todos los hombres, no aparezca en la vida real ni en nuestro comportamiento.

Habrá que buscar alguna fotografía bonita en internet para reenviarla a nuestros “contactos” de Whatsapp, porque eso de pensar un poco y mandar algo que se nos haya ocurrido a nosotros es demasiado cansado, y no merece la pena perder el tiempo en estas cosas. 

Así, nos tocará vivir esta triste navidad, aunque no falten los mazapanes, las luces, los árboles, las borracheras, los villancicos y las ofertas de los grandes almacenes, que son los únicos que se empeñan en que siga celebrándose esa navidad que cada vez tiene menos recuerdos de aquel pueblecito de Belen que está a 73,2 kilómetros de Gaza, donde Israel está masacrando a miles de niños palestinos.

No obstante, ¡Feliz Navidad!

viernes, 8 de diciembre de 2023

“SER LO MÁS”

¿CUI PRODEST?


Hay que poner el árbol de Navidad más grande. Ser la ciudad con más bombillas estas Navidades. Cocinar la paella más grande. Tener el Festival más antiguo de España. Ser el más listo de la clase o el hombre más fuerte del mundo, y si me apuras, el que se ha comido más huevos cocidos... No, no es el nuevo libro de los récords de este año. Es que estamos todos un poco locos y estamos valorando más la cantidad que la calidad.

Están a punto de llegar las Navidades y ya tenemos al señor alcalde de Vigo haciendo el payaso y vanagloriándose de que su pueblo se va a gastar no sé cuanto en luces, música y árboles, aunque muchos de sus ciudadanos tengan que soportar un mes sin casi poder dormir, pero que todo esto va a reportar un montón de millones para la ciudad... (Aunque no explica cómo se van a repartir)

Pero esta fiebre por “ser lo más” en algo, se está extendiendo a lo largo de todos los lugares, y algo similar a lo de Vigo ocurre ya en Toledo y en otros muchos sitios.

Y. como digo, estamos perdiendo el norte. Desde antiguo ha habido Fiestas y celebraciones que estaban pensadas para divertimento y solaz de los ciudadanos. Las Navidades eran fechas de reuniones familiares, buenas comilonas y general alegría. Los Carnavales eran tiempos de juerga, algarada y transgresión, las Fiestas Patronales tiempo de hacer un alto en el camino después de un año de trabajo. La Semana Santa, tiempo de oración y recogimiento. El Festival Taurino, una iniciativa para paliar las necesidades de los más desfavorecidos. Todas, en fin, se organizaban pensando en los ciudadanos y en provecho de los más desfavorecidos. 

Pero ya no. En Semana Santa, ya no valen sólo las procesiones, hay que hacer una Pasión que sea también un reclamo turístico; aunque en sus inicios nunca fue esa su intención, pues nació como un Via Crucis litúrgico.

En los Carnavales, ya no es cuestión de disfrazarse y pasarlo bien; ahora es una buena oportunidad para llenar las calles de casetas medievales y que se nos llene el pueblo de coches.

El festival, presumiendo que es el más antiguo de España hay que decir que es benéfico, (Para lo que se creó) aunque se pierda dinero (¿Quien lo paga?) porque también en un buen reclamo promocional.

Y ahora también en las Navidades. Hay que poner un árbol bien iluminado en el centro de la Plaza, lo más alto posible y organizar otro mercadillo, (¿para garantizar el suministro de productos navideños a los ciudadanos de Chinchón?). El caso es buscarse cualquier excusa que sirva de reclamo de turistas que vengan aquí, a dejarse los cuartos; aunque ello repercuta en molestias para los vecinos, haciendo más difícil, si cabe, la movilidad en el pueblo.

La pregunta sigue siendo: y todo esto ¿Cui prodest? (Para los que no saben latín, ¿A quien beneficia?

¿O sólo sirve para que nos sintamos orgullosos de nuestro pueblo?

Pobres.

Ya digo, no hay que confundir la velocidad con el tocino, y tener claro si queremos cantidad o calidad. Es hora de pensar también en todos los vecinos.